
Y recuerdan que ayer casi me vomitaba, ¿Verdad?, pues resulta que si era por nervios, aunque cuando pasó el evento, se me quitaron las ganas de vomitar y las náuseas. Cuando se hizo la rutina de la Escolta, seguí los consejos de mi mamá (Hombros arriba, mirada enfrente, orgullo presente, postura derecha, ¡muy bien!) para ser una buena Abanderada porque... ¿no les he dicho que me tocó el puesto de abanderada? ¡Pues fijense que sí! Superen eso... Si pueden ¡JA, JA, JA! He mostrado mi lado soberbio. Bueno, volviendo al tema, me tocó el puesto de abanderada con mucho esfuerzo y estudio. Y eso si, le digo a mi hermana Quetzalli que ponga mucho esfuerzo para que llegue a ser como yo. También les digo a esto a los niños que quieren estar en una escolta cuando sean mejores.
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